martes, 11 de noviembre de 2008

Vía de la Plata a Santiago, Etapa 3

De Camino a Santiago por la Vía de la Plata. Fase 1. 2008. De Sevilla a Fuente de Cantos

ETAPA 3.- Castilblanco de los Arroyos – Almadén de la Plata

Hemos salido temprano. No serían más de las seis y media de la mañana cuando estamos desayunando.
Hoy nos espera la primera etapa a la que miramos con cierto respeto porque son cerca de treinta kilómetros y porque los primeros catorce discurren sobre el asfalto de la SE-185.
El asfalto es un incordio para caminar pero lo que mas nos preocupa cuando estamos desplazándonos es que no hay arcén suficiente cuando nos cruzamos con algún vehículo. Resulta que debemos dar las gracias por no ir de vuelta a Castilblanco sobre el capot. En resumen, un desagradable peligro.
Así es que paso a paso, sin pensar nada que ir con cuidado hemos llegado a la entrada de la Finca Los Berrocales y nos olvidamos de los mas de quince kilómetros que llevamos recorridos.
Y ahora nos queda casi lo mismo y es como si comenzásemos la etapa.
La primera impresión que tenemos es la de estar en el medio de una etapa que va a ser muy agradable. El paisaje es precioso y el camino semiasfaltado está discurriendo rodeado de alcornoques.
Llevamos menos de mil metros cuando aparece el comité de bienvenida. Un hermoso ciervo mueve su cornamenta mientras pace tranquilamente en el mismo borde del sendero. Nos acercamos con cuidado para no espantarlo pero a él parece darle lo mismo. Sigue con su comida, nos deja que le hagamos algunas fotografías y señorialmente nos enseña la grupa cuando decide marcharse.
Dejamos atrás la casa forestal y en continuo descenso seguimos la marcha en busca de la primera cancela mientras un grupo bastante numeroso de buitres negros vuelan continuamente en círculo sobre nuestras cabezas. Pero decididos como estamos en llegar a Almadén en buen estado, se desaniman y terminan marchándose en busca de otros “alimentos”.
La subida hasta llegar a unas ruinas que dejamos a la izquierda nos va mostrando un nuevo cambio en el paisaje: un monte de pinos sustituye al bosque de alcornoques. La última cancela la dejamos después de un pequeño arroyuelo que atravesamos sin dificultad y pasamos de la pista forestal aun carril con el piso bastante deteriorado.
Pero el entorno vuelve a ser espectacularmente bello con sus alcornoques, las encinas y las matas de jara.
Y al frente las ondulaciones del terreno cada vez más elevadas nos hacen recordar que viene el punto fuerte de la jornada: la subida al Cerro del Calvario.
Sobre la subida todo se reduce a decir que es terriblemente dura y aún más con los metros que ya llevamos en las piernas. Sin más comentarios.
Pero el esfuerzo se ve recompensado con la maravillosa vista de la dehesa que hemos atravesado por los Berrocales y justo en el lado opuesto la vista sobre Almadén, nuestro destino al que llegamos después de una fuerte pendiente de bajada.
Justo en la entrada al pueblo, dentro de un cercado una piara de cerditos negros nos dan la bienvenida y nos recuerdan que estamos llegando a zonas potencialmente peligrosas para la salud: chorizos, salchichones y todo tipo de embutidos ibéricos y entre ellos el inevitable jamón nos esperan.
Seguimos las flechas indicadoras que cruzan el pueblo y llegamos al Albergue Municipal. Doña Manuela parece que nos está esperando (aunque sólo es una casualidad). Nos explica las normas de funcionamiento de las instalaciones y nos cuenta algunas anécdotas de peregrinos que nos hacen sonreír a pesar del cansancio, lo que es de agradecer.
El albergue, perfectamente equipado es el mejor de los que hemos visitado hasta ahora. Abonamos los 8€ y nos sella las credenciales.
Dejar las mochilas, tomar una ducha caliente y la búsqueda de algún sitio para comer se ha convertido en la rutina diaria después de finalizar la etapa.
Casa Concha está cerca. Es recomendado y recomendable después de tomar unas lentejas caseras, carne de cerdo con tomate y natillas. Y por supuesto, cerveza fría para acompañar.
Ahora, a dormir la siesta.
Ha llegado un nuevo inquilino al albergue. Es Enmanuel, francés de la Francia y viene en bicicleta recorriendo la Vía de la Plata…. pero en sentido contrario. De Santiago a Sevilla. Lo cierto es que viene desde más lejos, concretamente de cerca de Saint-Étienne y después de llegar a España ha recorrido el Camino del Norte y al acabar en Compostela ha decidido darse un paseo hasta Andalucía. Todo un crack.
Ha anochecido cuando salimos a la búsqueda de algo para picar. La comida del mediodía y una dormida hasta cerca de la seis y media no ha sentado demasiado bien a alguno de nosotros. Así es que compramos algo de fruta y nos volvemos al albergue.
Joo, nuestro compañero coreano nos informa que mañana nos deja porque va a hacer la etapa hasta Monasterio. Es demasiado para nosotros que tenemos previsto pernoctar en El Real de la Jara. Nos despedimos después de intercambiar correos electrónicos y desearnos suerte.
Y a dormir, que mañana será otro día.

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