lunes, 25 de mayo de 2009

Vía de la Plata a Santiago, Etapa 10

De Camino a Santiago por la Vía de la Plata. Fase 2. 2009. De Fuente de Cantos a Aljucén


ETAPA 10.- Torremejía - Mérida

La etapa de hoy puede considerarse como de tránsito. Poco más de dieciséis kilómetros nos separan de un hito importante en la Vía de la Plata, como fue Emérita Augusta y hoy capital de Extremadura.
Después de desayunar en el mismo Hotel Millenium (incluido en el precio del alojamiento) han pasado algunos minutos de las siete de la mañana cuando iniciamos la marcha.
Hoy somos cuatro los peregrinos que caminamos juntos porque se ha unido al grupo Mayse. Desde Jerez de la Frontera se ha desplazado hasta Torremejía para reiniciar su andar porque hasta ahora la ha hecho con la Asociación de Amigos del Camino de Sevilla, en jornadas organizadas algunos fines de semana.
Es seguidora de este blog desde sus inicios, allá por septiembre del pasado año. Siguiendo nuestros proyectos decidió apuntarse y aquí está. ¡Bienvenida y Buen Camino!
En el Hostal Milenium y los primeros pasos del día
Los primeros kilómetros se van pasando mientras nos movemos por pistas de tierra paralelas a la N-630. No resulta demasiado incomodo excepto algunos tramos embarrados por las últimas lluvias.
El perfil es llano y con ligera pendiente negativa lo que facilita ganar distancia rápidamente por lo que a la hora después del inicio, estamos cruzando un paso a nivel sin barreras y continuamos en busca de un desvío que nos situará sobre el asfalto de la carretera nacional.
Los campos y el tren

Afortunadamente sólo son poco más de dos mil metros cuando de nuevo estamos en el camino de tierra que ya no abandonaremos hasta nuestro destino: Mérida.
Viñas y cereal nos rodean cuando seguimos avanzando después de dejar la carretera asfaltada y a un paso bastante aceptable.
Desde hace un par de día estamos observando que en muchos sitios coincide la flecha amarilla que nosotros seguimos junto a otra verde que indica el sentido contrario. Hoy hemos descubierto que es la indicación que ayuda a quienes marchan de romería hasta el Rocío en Almonte.

Llegando a Mérida
Son las diez de la mañana cuando en la lejanía y entre olivos podemos divisar las manchas blancas que corresponden a las edificaciones de la ciudad.
Pero como siempre, los últimos metros parecen interminables. Además, la entrada a Mérida se hace atravesando zonas en obras y cementeras cuya vista no es muy bella, que digamos.
Por fin, pasadas las once de la mañana estamos frente al Puente Romano sobre el río Guadiana que atravesamos con alegría crecida sabiendo que al otro lado encontraremos el Albergue.

Puente Romano sobre el Guadiana y la entrada en Mérida

La Loba con Rómulo y Remo nos da la bienvenida en la otra orilla y después de unos metros caminando por el paseo que bordea el río divisamos el Albergue de Peregrinos “Molino de Pan Caliente”.

Albergue de Peregrinos "Molino de Pancaliente"
Nos registramos y ocupamos nuestras camas sólo para dejar las mochilas porque es hora de cierre hasta después del mediodía.
Ocupa una antigua edificación que fue (lo dice su nombre) un Molino. Bien rehabilitado todavía fluye el agua por debajo y se encuentra situado en un parque al borde del río. Es muy tranquilo y relajante. Dos aseos con ducha y sala con literas muy amplia. Quizás faltaría una cocina y alguna sala que hiciese las veces de comedor.
Por la noche estará completo en todas sus plazas.
El entorno del Albergue
Nos vamos a dar una vuelta por Mérida pero no hacemos una visita turística: el templo de Diana, la Plaza de España y el Acueducto de los Milagros y buscamos algún lugar para comer. Elegimos el restaurante Casa Benito (al lado está el mesón del mismo nombre, si se prefiere tapear), junto al Mercado y lo cierto es que comimos bastante bien y a precio razonable.
Aprovechamos para pasarnos por la estación de RENFE y comprar el billete de tren que me llevará pasado mañana hasta Madrid. El resto de expedicionarios vuelven a Sevilla en autobús.
Poco después de las cuatro de la tarde estamos de regreso y después de hacer una ligera colada aprovechamos la soleada tarde para descansar pegados a la pared, como las lagartijas al sol.
Tomando el sol
Ya empieza a oscurecer cuando cenamos alguna fruta que compramos por la mañana, dado que la comida del mediodía ha sido un “homenaje” y no hay sitio para más.
Tampoco hay tiempo para mas y nos vamos dormir preparándonos mentalmente para la etapa de mañana, última de ésta segunda fase.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que nostalgia me da el leer esta etapa, me encantaria volver al camino, fueron dos dias preciosos tanto por la ciudad que nos tocó, Merida, pero sobretodo por el requetebuen ambiente entre todos, unos dias que me han dejado una gran esperanza de volver a camninar con vosotros ya que el caminar vuestro es igual que el mio, en el que se disfruta del paseo así como de los buenos sabores que nos ofrecen los puntos de llegada o partida, venga que vamos ya a por la siguiente etapa que fue espectacular.